Cuando se habla de Maravillas del Mundo inevitablemente llega a nuestra mente el imponente Taj Mahal. Construido en el siglo XVII por el emperador a su amada Arjumand a quien conocio cuando ella vendía cristales. Cinco años pasaron para que ella se convirtiera en su tercera esposa (si, eso de la tercera no suena muy ideal... pero recordemos que La India y su cultura tiene diferencias abismales con la nuestra, diferencias que nos cuesta comprender, pero que debemos respetar) al convertirse en su esposa tambien se convirtio en Mumtaz Mahal, el gran amor del emperador, tuvieron 13 TRECE hijos y fue precisamente en ese parto que ella partio, se fue para siempre y con su muerte se apagó todo impetu en el emperador, dabandonando el imperio en manos de sus sucesores para darle inicio a la bellisima obra de arte que es hoy el Taj Mahal, nada era demasiado para construir el lugar de descanso de su amada, todo de la mejor calidad y para que el Taj Mahal, como toque final el emperador mandó desviar los causes del rio Yamuna, el principal del norte de La India para que el edificio pudiera reflejarse en sus aguas. Dos décadas duró su construcción y han sido millones los visitantes a este maravilloso lugar.
Yo quisiera ir, me imagino la forma en que mi corazón saltaría al estar allí, pero... probablemente jamás iré, pienso en mi seguridad.
Ahí es donde todo el panorama cambia.
En los últimos tiempos India se ha convertido en una amenaza para la mujer, tanto sus habitantes como las turistas. A diario se escuchan noticias que parecieran sacadas de historias inverosimiles. Violaciones en grupo, no importa si la mujer va acompañada, eso no detiene a los maleantes, en ese caso simplemente golpean hasta más no poder a los acompañantes de las mujeres y luego proceden a dar rienda suelta a sus más salvajes impulsos, llevandose con ello la dignidad y en muchos casos la misma vida de la mujer y es por eso que el gobierno ha tenido que tomar medidas extremas, por lo menos en un caso en partícular.